Después de haber pasado unos pocos días
en el Delta del Okawango, Savute tenía una apariencia desértica. Ya el color de
los jeeps nos daba una idea de lo que nos esperaba, arena y más arena.
Nada más
bajar de la avioneta, camino del centro de visitantes, donde habíamos de
registrarnos, vimos un buen número de elefantes, especie muy abundante en este
parque.
De charca en charca y tiro porque me
toca, estos animales se conocen muy bien el camino. Recuerdan a la perfección
dónde hay agua y siguen muchas veces un recorrido predeterminado que se repite
cada estación.
Quitando
alguna que otra ave, como esta avutarda kori, sólo vimos elefantes en estas
primeras horas. Impresiona cuando se paran en mitad de la pista, dejando bien
claro que ellos son más grandes y poderosos que nosotros. En esos casos se
impone la prudencia, detenerse a una distancia suficiente y esperar a que dejen
el paso libre.
Ya en el
lodge, después de comer, nos acercamos a una charca artificial creada por los
mismos dueños. Es un alojamiento nuevo y los animales de los alrededores no
están muy acostumbrados a los turistas aún, por lo que quizás no hay tantos
como en otras zonas del parque.
Los elefantes
acuden en grupos familiares, por separado, dejando pasar algo de tiempo entre
un grupo y otro. De vez en cuando aparece algún macho solitario, pero la
mayoría son hembras con sus crías, que suelen ir en el centro para estar más
protegidas.
Beben,
pero sobre todo se rebozan en el barro para evitar la molestia de insectos y
parásitos.
El agua les apasiona y los dueños nos
contaron cuántas veces tienen que reparar las conducciones de agua. Son un
martirio, al tiempo que una segura fuente de ingresos.
Son muy
conscientes de que estamos cerca, y de vez en cuando vienen a recordarnos que
la charca es suya y que haremos mejor en quedarnos a una distancia prudente.
Ver a
estos magníficos animales tan de cerca es una experiencia única, y solo espero
que seamos capaces de convivir con ellos. No hace mucho leí que es posible que,
en unas décadas, el mamífero terrestre más grande sea la vaca, y eso supondría
una gran pérdida. Estamos a tiempo de evitarlo.
12 comentarios:
Acertado discurrir, será la vaca. esto va muy deprisa, según van dejando de ser útiles van desapareciendo, Burros hace 50 años estaba el mundo lleno, ahora hay que pagar casi para verlos
Dreamy place. I would love to go there at least once. The elephants are amazing. Stunning photos of them and not only. :) Greetings. :)
Muy triste pensar que puedan desaparecer. Ojalá nos detengamos a tiempo.
Son muy bellas las fotos. Suerte que has tenido de verlos en su habitad.
Una experiencia sin duda fabulosa!, me alegro de tu salida y poder ver estos elefantes tan de cerca y en su jugo.
Un abrazo.
¿Te imaginas una vaca del tamaño de un elefante?, menudos filetes iban a salir, pero el problema sería la cantidad de metano que iban a producir.
Misma Mente, ahora nos sobran burros, pero de otra especie. Vamos a peor en muchas cosas.
Agnieszka Krawczyk, welcome here! I saw some of your pics and you would love a place like this, with all these animals.
Nélida, en realidad me parece una exageración, porque hay países en los que los elefantes son demasiado abundantes, pero la realidad es que cada vez les comemos más terreno, hasta el punto de que hay que protegerlos para que no desaparezcan.
Mari-Pi-R, y que lo digas. Nunca me canso de ver animales, y menos si son salvajes y están en su hábitat. Es una gran suerte la mía.
Un jubilado, imagino más los filetes que el problema con el metano. Y se me hace la boca agua.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Muy bonitas fotos, y suerte de haber tenido la experiencia de vivirlo en vivo y tan de cerca.
Me encantan los elefantes, de siempre, me gustan muchísimo y me resultan muy interesantes. Y las crías, con sus simpáticos movimientos al caminar.
Son unos animales muy especiales. Hay que cuidarlos mucho, y protegerlos más!
Enhorabuena por la experiencia y gracias por compartirla.
¿Que les impide irse un día todos en manada a otro sitio?
Imponen, claro que sí, con esas hechuras colosales y esos ojuelos cuya mirada parece trepanar la de quien observa. Qué gran experiencia ver elefantes libres, pululando a su antojo por un entorno que les pertenece.
Nélida G.A., son unos animales increíbles. Te miran y es fácil adivinar lo que piensan. Son sabios, prudentes y familiares, pero cuando se enfadan más vale ponerse a buen recaudo. Nunca me canso de verlos.
Senior Citizen, son libres de hacerlo. De hecho, en otra entrada hablaré de lo que nos pasó en Chobe, que con las lluvias habían desaparecido. Pero dependen del agua, y al final siguen rutas ancestrales, aprendidas de generación en generación. Pueden marcharse, y de vez en cuando lo hacen, pero al final terminan donde se encuentran más a gusto.
Una mirada, su mirada impone casi más que su tamaño. Te observan desde una inteligencia muy superior a la de la mayoría de los animales. Acumulan años de experiencia y saben transmitirla además. Son fascinantes, y verlo en su entorno natural es una gozada.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Qué bonitos... Creí que estaban en 2010 y recorrí escritores, México, cumpleaños de octubre, feliz año y otros sin dejar comentario y resulta que vuelvo y estaban aquí. Me encantaron, verdad, parecen viejos sabios, por lo menos en el zoológico eso parecen. Un abrazo. Me encantó. Besos
Rosa María, ¿por qué 2010? En ese año estuve en Tanzania, pero no sé muy bien qué buscabas. Son animales maravillosos, llenos de experiencia y sabiduría. Da gusto ver cómo se comportan y cómo interactúan con el medio ambiente. Parece como si quisieran comunicarse contigo. Un beso.
Publicar un comentario