martes, 24 de julio de 2018

Botsuana VII – Elefantes en Savute

Después de haber pasado unos pocos días en el Delta del Okawango, Savute tenía una apariencia desértica. Ya el color de los jeeps nos daba una idea de lo que nos esperaba, arena y más arena.

Nada más bajar de la avioneta, camino del centro de visitantes, donde habíamos de registrarnos, vimos un buen número de elefantes, especie muy abundante en este parque.




De charca en charca y tiro porque me toca, estos animales se conocen muy bien el camino. Recuerdan a la perfección dónde hay agua y siguen muchas veces un recorrido predeterminado que se repite cada estación.

Quitando alguna que otra ave, como esta avutarda kori, sólo vimos elefantes en estas primeras horas. Impresiona cuando se paran en mitad de la pista, dejando bien claro que ellos son más grandes y poderosos que nosotros. En esos casos se impone la prudencia, detenerse a una distancia suficiente y esperar a que dejen el paso libre.




Ya en el lodge, después de comer, nos acercamos a una charca artificial creada por los mismos dueños. Es un alojamiento nuevo y los animales de los alrededores no están muy acostumbrados a los turistas aún, por lo que quizás no hay tantos como en otras zonas del parque.




Los elefantes acuden en grupos familiares, por separado, dejando pasar algo de tiempo entre un grupo y otro. De vez en cuando aparece algún macho solitario, pero la mayoría son hembras con sus crías, que suelen ir en el centro para estar más protegidas.






Beben, pero sobre todo se rebozan en el barro para evitar la molestia de insectos y parásitos.    




El agua les apasiona y los dueños nos contaron cuántas veces tienen que reparar las conducciones de agua. Son un martirio, al tiempo que una segura fuente de ingresos.

Son muy conscientes de que estamos cerca, y de vez en cuando vienen a recordarnos que la charca es suya y que haremos mejor en quedarnos a una distancia prudente.




Ver a estos magníficos animales tan de cerca es una experiencia única, y solo espero que seamos capaces de convivir con ellos. No hace mucho leí que es posible que, en unas décadas, el mamífero terrestre más grande sea la vaca, y eso supondría una gran pérdida. Estamos a tiempo de evitarlo.