Hay quien
visita la India saltando en avión de ciudad en ciudad. Si bien es más cómodo,
creo que viajando de esa forma te pierdes el encanto del camino. Nosotros
hicimos muchas horas de coche, pero pudimos ver maravillas como este templo en
Ranakpur, que se encuentra a medio camino entre Jodhpur y Udaipur, en el
Rajastán.
En la
zona de Ranakpur hay varios templos; nosotros nos detuvimos para admirar el más
famoso, el Templo jainista de Adinath.
Construido
en mármol, carece de los colores de otros templos. Aquí la decoración es la
propia piedra, finamente tallada, y podemos deambular entre más de 1.444
columnas, todas ellas diferentes.
Estuvimos
una hora y se nos hizo muy corto, tantos son los rincones que merecen nuestra
atención. Apenas da tiempo para recorrerlo entero, cuando el lugar requiere ser
admirado con más calma.
Mires
donde mires hay algún detalle que quieres fotografiar, sin olvidar echar un
vistazo por encima tuya.
Fue un
comerciante quien comenzó su construcción en el siglo XV, inspirado por un
sueño. Después lo han ido restaurando hasta alcanzar su estado actual.
Los
templos que vimos en la India son muy variados y cada uno tiene su encanto,
pero éste es especialmente bonito. Había bastante gente, pero me las ingenié
para que no saliesen en las fotos.