Cuando compré el mapa de carreteras de esta parte de Canadá pensé que me habían timado. Más que autopistas, parecían calles de una ciudad. Avenidas imposibles de tan rectas que eran.
Pero correspondían a la realidad. Estas autopistas cruzan el desierto sin que haya apenas curvas. Son anchas y llanas durante kilómetros y kilómetros, pero no se puede correr demasiado.
Habíamos aterrizado en Calgary, en la provincia de Alberta y habíamos dormido en un B&B bastante cochambroso. Recuerdo que el dueño nos dijo que había estado en España durante la dictadura de Franco y que nos preguntó si la gente ya se podía besar por la calle. La imagen que tienen algunos de España es de lo más curiosa.
En nuestro primer día nos fuimos hacia el este, en dirección a Drumheller para ver un par de cañones, unas formaciones rocosas espectaculares y el Dinosaur Provincial Park.
Horshoe Canyon (cañón de la herradura) está situado pues, en Alberta. Podemos acceder a él por la autopista número 9 y tiene unos 3km de largo. Las fotos son de 2001 y están escaneadas, por eso salen tan oscuras. Era junio y aún podían verse algunas plantas verdes.
Entre cañón y cañón encontramos esta iglesia diminuta en la que solo caben un par de feligreses.
Horsethief Canyon (cañón de los caballos robados) se llama así porque era donde los cuatreros escondían los caballos en su camino a los mercados de Alberta. Está situado muy cerca del Royal Tyrrell Museum, del que hablaremos en otra entrada, y ofrece unas vistas espectaculares.
Es un lugar estupendo para una larga caminata, pero nosotros teníamos la vista puesta en otros lugares y apenas nos detuvimos para hacer las fotos. Digamos que no andábamos sobrados de tiempo.
Llegamos así a los famosos hoodoos de Drumheller, unas formaciones rocosas producto de la erosión. Una roca más resistente protege la columna de roca sedimentaria que hay bajo ella, formando estas chimeneas tan curiosas.
Estas son las llamadas badlands, tierras baldías que se caracterizan por estar formadas por rocas sedimentarias y por tener escasa o nula vegetación. Las rocas erosionadas por el agua y el viento forman un paisaje lunar muy fotogénico.
Fue nuestra primera toma de contacto con este país tan fascinante que es Canadá.