Apenas me había documentado para este
viaje, ya que fue mi amiga la que lo organizó todo, y sólo sabía un par de
cosas de Mariposa Grove: que había sequoias gigantes y que lo cerrarían al
público en julio de 2015 por un par de años. Para los despistados, estamos en
California, en Yosemite, y hoy toca caminar.
El
aparcamiento es pequeño y se llena enseguida, pero es casi más recomendable tomar
el shuttle que sale cada pocos minutos desde el Hotel Wawona. Os llevará quince
o veinte minutos llegar al inicio de la senda, y sólo hace falta calzado
cómodo, agua y la cámara de fotos. Los que tengan armas de fuego deben saber
que no está permitido llevarlas.
Según reza en un folleto que venden
en la entrada, las sequoias no son los árboles más longevos, aunque se estima
que viven más de 3000 años, ni tampoco los más altos, ya que no suelen superar
los 90 metros, mientras que sus parientes rojas, que suelen encontrarse junto a
la costa, llegan hasta los 115.
Tampoco
ganan por diámetro, ya que sus 12 metros se quedan cortos frente a los 15 del
ciprés del Montezuma, también conocido como "El Árbol del Tule" en
Santa María del Tule, Oaxaca, México. Este último, del que os dejo un par de
fotos, lo vi en 2010.
En lo que sí ganan las sequoias es en
volumen, en esto no tienen rival, pero como comentaba El Guisante Verde Project
en otra entrada, no hay foto que valga ni que sustituya la sensación de estar
junto a ellas.
Mariposa Grove está dividida en dos
partes, “the lower grove” y “the upper grove”, algo así como la parte baja y la
alta. Aunque la distancia no es mucha, la inmensa mayoría de la gente recorre
únicamente la parte baja, hasta alcanzar el California Tunnel Tree, que es
hasta donde vamos a llegar nosotros en esta entrada. La parte alta la dejamos
para dentro de unos días.
Ya en el
propio aparcamiento podemos observar algunos ejemplares notables.
Pasamos
junto a este ejemplar caído hace más de trescientos años, The Fallen Monarch, y aprovechamos que hay una chica cerca para
usarla como referencia. Las raíces de estos árboles ocupan un área grande, pero
no profundizan más allá de un par de metros. Eso hace que cuando las
circunstancias no son idóneas, caigan al suelo.
Continuamos por la senda, que está
perfectamente indicada y atravesamos una zona incendiada. Las seqouias son
resistentes al fuego, y éste las ayuda, puesto que despeja el bosque de
vegetación y así tienen menos competidores.
Seguimos
avanzando y a la altura del Bachelor
& Three Graces nos encontramos con este picapinos que se alimenta de
larvas y gusanos.
Con sus
casi 64 metros de alto y 8,5 de circunferencia, el Grizzli Giant se encuentra a 1.2 km del aparcamiento. La rama que
sale hacia la derecha de la foto tiene dos metros de diámetro, mientras que se
estima que el árbol tiene entre 1900 y 2400 años. Por volumen se encuentra en
el puesto 25 del mundo.
En este
cartel podemos hacernos una idea de su tamaño.
Caminamos
un poco más, hasta llegar al California
Tunnel Tree, una sequoia a la que abrieron un túnel en 1895 por el que
podemos pasar tranquilamente. Este ejemplar sobrevivió; no así otro que veremos
en la próxima entrada. Fijaos en la anchura del tronco.
Aquí, la gente se hace la
foto y se olvida de que hay otros que quieren hacer lo mismo. En lugar de
apartarse y dejar paso a los demás, se quedan allí parados, perdiendo el tiempo
y estorbando. Tampoco parece que disfruten mucho de los árboles.
Aprovechad
para descansar, que en unos días nos vamos a la parte alta del bosque.