Por pura suerte, comenzamos la visita por esta gruta. Lo digo porque luego habría otras aún más impresionantes y siempre conviene ir de menos a más. Toda la zona del Périgord está plagada de cuevas, y las hay de todos los tipos, secas y húmedas, con formaciones calcáreas, con grabados prehistóricos y con dibujos de hace 15.000 años. Vimos más de una docena de ellas, todas diferentes y todas interesantes.
Estamos en el centro de Francia, ligeramente hacia el sur, en un paraje de ensueño, lleno de pueblos medievales, castillos y grutas. Es el mes de junio y el tiempo cambia cada hora, pero casi no hay turistas, y la temperatura, aunque fresca, es agradable. Los colores del mapa corresponden a las cuatro zonas en las que se divide. Nosotros nos centramos en el Périgord Noir.
Estamos en el centro de Francia, ligeramente hacia el sur, en un paraje de ensueño, lleno de pueblos medievales, castillos y grutas. Es el mes de junio y el tiempo cambia cada hora, pero casi no hay turistas, y la temperatura, aunque fresca, es agradable. Los colores del mapa corresponden a las cuatro zonas en las que se divide. Nosotros nos centramos en el Périgord Noir.
De todas las cuevas sólo nos dejaron hacer fotos en dos de ellas, cosa lógica por otra parte. De la otra os hablaré otro día, de momento nos quedamos con esta impresionante roca calcárea y con la gruta que guarda en su interior.
Fue descubierta en 1924 por Jean Maury, arqueólogo y prehistoriador, y les llevó tres años acondicionarla. Tras franquear la entrada, un pasillo de 30 metros nos lleva a la primera de las cámaras. Una vez dentro, el recorrido es de unos 200 metros y dura media hora. Una valla metálica protege las formaciones de los vándalos y se cuela en alguna de mis fotos
Como siempre que visitamos una cueva de estas características, conviene abrigarse un poco. En este caso la temperatura es un poco más alta de lo normal, unos 15ºC.
El agua se cuela por las grietas de la roca caliza y se carga de carbonato de calcio. Estos carbonatos se depositan, muchas veces gota a gota, en forma de calcita, dando origen a formaciones muy variadas. Las más conocidas son las estalactitas y estalagmitas, pero hay muchas otras.
Como las columnas,
Como las columnas,