Nos vamos de Egipto al sur de Chile,
del calor y el sol africanos al frio y la lluvia australes. Espero que os
hayáis traído ropa de abrigo.
Nos habíamos embarcado en el Crucero
Skorpios la tarde anterior y esa mañana estuvimos visitando otro glaciar, el
Amalia, del que ya os he hablado aquí.
Navegábamos
bajo las nubes, entre los numerosos témpanos, cuando descubrimos algunos
delfines que pasaron veloces.
El frontal del glaciar apareció ante
nosotros.
El hielo parece aquí más azul que en
el Amalia.
En esta
ocasión apenas tendríamos que caminar, ya que desembarcamos en una roca desde
la que pudimos apreciar el glaciar. Se escuchaba el crujir del hielo al avanzar
e incluso hubo algún pequeño desprendimiento.
Es de esos lugares que nunca te
cansas de mirar.
El barco nos esperaba, pero nadie
quería volver a pesar de la llovizna y el frío.