miércoles, 12 de septiembre de 2018

Perú XVI – Paracas e Islas Ballestas

Se trataba de mi primer viaje a Perú y acabábamos de aterrizar como quien dice, pues únicamente habíamos pasado una noche en Lima cuando nos embarcamos en esta ruta por el litoral, en dirección a Paracas, Islas Ballestas, Pisco y Nazca.
Paracas se encuentra 261km al sur de Lima, distancia que salvamos en un cómodo autobús adaptado en el que nos repartíamos la mitad del espacio entre ocho o diez viajeros y que es muy recomendable. Aquí llueve poco, y la temperatura es ideal, pero la zona está expuesta a nieblas que a veces pueden estropear la visita, como fue nuestro caso.


Lo primero que nos llamó la atención, mientras esperábamos para embarcar, fue que los pelícanos se paseaban por la playa, entre la gente, sin que nadie los molestara. No muy lejos, quedaban los barcos de pesca, fondeados, mientras las nubes y la niebla escondían la línea del horizonte. Los cormoranes, más prudentes, habían abordado alguno de los barcos más grandes.





Efectivamente. El mayor atractivo turístico de la zona consiste en visitar las Islas Ballestas, que se encuentran a una media hora de navegación desde la costa. Por el camino – cuando no hay niebla – se puede ver El Candelabro, un enorme geoglifo de 120 metros de largo, pero nosotros nos quedamos con las ganas. Así de feo estaba el día.


Sí que disfrutamos, en cambio de la enorme diversidad de fauna que hay en esta zona protegida. Pingüinos de Humboldt, una especie que se encuentra en peligro de extinción, erizos y estrellas de mar que asoman cuando baja la marea.





Cantidad de aves marinas, desde pelícanos a gaviotas, pasando por piqueros y zarcillos entre muchas otras.





Y lobos marinos de dos tipos, apostados en las rocas o echados en las playas, luchando entre ellos por los mejores lugares.









El guano abunda y es extraído para su comercio. Entre la niebla pudimos adivinar algunas de las estructuras que hay en la isla para su carga en barcos que lo lleven a tierra firme






Regresamos a la costa y seguimos camino hacia Nazca, pero esa es otra historia y, además, ya os la conté en 2009, en julio y en agosto.

15 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

Una excursión fabulosa, me han encantado todas las fotos incluso las que hay esta niebla le dan su particularidad.
Te haces unos viajes muy buenos, aprovechalos ahora que puedes.
Un abrazo

Contadora de Libros. dijo...

Se me antoja que para un lugareño (si yo lo fuera, así lo pensaría) esta niebla tiene mucho encanto y le da una aire y una sensación de misterio al lugar, de fantasía, de cuento.
Pero se entiende perfectamente que para un turista que va a estar allí una vez (o dos..., pocas al fin y al cabo) pues prefiera verlo despejado.
Suerte que la dirección del candelabro, el viento y el agua, hayan hecho una especie de capa protectora, manteniéndolo tal y como fue creado. Así en tu próxima visita, con cielo despejado, te estará esperando tal cual.

Un lugar muy bonito, me gustó en especial la foto donde aparece el señor porque le infunde sentido y autenticidad.
Y las fotos de la fauna me gustaron mucho también, en especial la 11 , 13 , 16 y 17.

silvia de angelis dijo...

Una magica terra ove una natura incontaminata e bellissima è degna di vgrande attenzione
Un saluto,silvia

El Guisante Verde Project dijo...

Fantástica la excursión, a pesar de la niebla. Perú es un destino que no conocemos, y mira que tiene atractivos... esperemos que algún dia deje de estar en nuestro futuro viajero y se convierta en presente... :)
¡Saludos!

Pdta. nos ha costado acceder a la entrada. Aparece un mensaje, obviamente falso, sobre virus, y una imagen de fondo con una señorita ligera de ropa... tendrás que echarle un vistazo

Tawaki dijo...

Mari-Pi-R, cada sitio y cada momento tiene su encanto, y Perú fue un viaje muy completo en el que hubo historia, gastronomía, naturaleza... Procuro aprovechar mientras puedo para viajar, porque soy consciente de que algún día me cansaré y preferiré quedarme en casa.

Nélida G.A., no sé si le encuentran encanto, pero tienen que vivir con ella varios meses. En mi caso, habría preferido ver el candelabro con mis propios ojos, pero ya hace tiempo que asimilé que en esto de viajar también hay días buenos y malos. Otra cosa es que no me cabree en el momento, pero suelo llevarlo bien. Además, así tengo una excusa para volver. El señor parecía posar para la foto, pero estaba por allí de casualidad. Seguro que de haberme acercado me habría pedido dinero.

Silvia de Angelis, es un país espectacular, con unas gentes muy amables y cariñosas. Guardamos muy buen recuerdo de este viaje y siempre animo a todo el mundo a que visite Perú.

El Guisante Vede Project, gracias por el aviso, a mí también me salen y lo malo es que no sé cómo quitarlas. Lo siento, de verdad. A Perú tenéis que ir ya; es un país que conjuga muchas cosas, la gastronomía, la historia, los monumentos, las personas y la naturaleza. No me canso de recomendarlo a pesar de que hace casi una década de este viaje. Si os animáis, decídmelo. Será un placer compartir con vosotros lo que hicimos. Son tantos los sitios a los que hay que ir, ¿verdad?

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Senior Citizen dijo...

Que cantidad de animales en su propio habitat... No es fácil ver algo así.

unjubilado dijo...

Si esos animales, los pelícanos, no se asustan y conviven con las personas es que nadie les hace daño ni les molesta, ya que en caso contrario, nada más ver a un humano huirían de el como alma que lleva el diablo.

Sara O. Durán dijo...

No creo que sea muy lindo para los del lugar la niebla, como lo es para el visitante. Son fotos maravillosas. Como estar soñando.
Abrazo.

Una mirada... dijo...

Qué paraíso para la fauna tan bien representada en las imágenes y para quienes tienen el privilegio de contemplar ese hábitat y los seres que lo pueblan.
Lástima no poder apreciar el geoglifo... Qizás sea una invitación a volver de nuevo para contemplarlo.

Laura. M dijo...

Vaya zoológico natural y que cantidad de aves marinas. Gusta ver los animales en su entorno. Me gusta la niebla y aunque a veces nos oculta lo que queremos, deja imágenes preciosas.
Buena semana Javier y gracias.
Besos.

nella dijo...

Con las ganas de mar que tengo, y vos que posteás mar snif snif :)
Precios pasisaje. Aunque no pudieron disfrutar de las vistas por la niebla, me parece un bello recorrido.
Beso

Tawaki dijo...

Senior Citizen, est parte de la costa de Perú está poco habitada, por lo que es más fácil para los animales desarrollar sus vidas. El hecho de que sea una zona protegida también ayuda.

Un jubilado, no me extrañaría que el señor le dé de comer a cambio de tenerlo disponible para que los turistas se hagan fotos con él. Como es una práctica que no apruebo, no me acerqué y me contenté con hacerle fotos desde lejos. Impresiona el tamaño, ¿verdad?

Sara O. Durán, ellos están acostumbrados, porque es un fenómeno recurrente, especialmente durante el verano, pero para los que vamos allí uno o dos días es una lástima no poder disfrutar del candelabro. Son cosas del viajar....

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Una mirada, tengo que volver a Perú porque me dejé muchas cosas en el tintero, aunque está zona queda un poco a trasmano. Ya veremos lo que dicta el tiempo, que es el que nos gobierna.

Laura M., habría preferido ver la niebla en las fotos de otros y el candelabro en las mías ;) El lugar es un santuario para la vida marina, y los peruanos lo entendieron así al protegerlo. Confiemos en que estas zonas vayan creciendo y en que encontremos la forma de que animales y personas convivan.

Nella, peor lo tengo yo a pesar de las famosas playas suizas...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

RosaMaría dijo...

Qué belleza poder estar ahí tan cerca de toda esa riqueza animal... Todas las fotos preciosas, disfruté mucho con este recorrido. Creo que la foquita de la 17 estaba mirando el objetivo como diciendo... soy la más bonita. Gracias y felicitaciones por todos tus reportes. Beso

Tawaki dijo...

Rosa María, guardo muy buenos recuerdos de nuestro viaje a Perú. Aquí estábamos empezando, disfrutando de una naturaleza salvaje que, por desgracia, cada vez es menos común. Los animales son curioso, como nosotros, y seguramente se preguntaban quiénes eran y qué hacían los que iban en el bote. Ojalá que hubiera más espacios naturales como éste. Un beso.