martes, 11 de marzo de 2014

Dinosaur Provincial Park

La imagen que tenemos todos de Canadá es muy diferente de la que muestro en esta entrada. Imaginamos este país como una extensa llanura helada en su mitad norte, mientras que el sur está plagado de bosques, lagos y alguna que otra ciudad interesante como Toronto o Montreal.

Pero en los alrededores de Calgary el desierto es el rey.

Pasamos la noche en un motel, el primero de los muchos que nos acogerían durante las dos semanas largas que duró el viaje, y nos encaminamos hacia el Museo Royal Tyrell y el Parque Provincial de Dinosaurios, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1979.

El Tyrell es uno de los mejores museos de dinosaurios del mundo. En la foto vemos el esqueleto de un T-Rex, pero había muchos más. Sólo me decepcionó  la librería, que no estaba demasiado surtida, pero las salas son espectaculares.


Toda esta zona, hoy tan seca, fue un maravilloso estuario hace millones y millones de años. Ahora se encuentran fósiles por doquier; han desenterrado más de 500 individuos de 40 especies diferentes, incluyendo peces, reptiles y mamíferos.



Hay muchos senderos que te permiten conocer el parque, pero hace falta un coche para desplazarse de un mirador a otro. Como en toda Norteamérica, sin vehículo propio no eres nadie.



Se ve que no viene demasiada gente por aquí y que los pocos que vamos somos gente tranquila, porque ya me diréis en qué otro lugar podemos conseguir que un conejo pose tan tranquilo como éste.


El paisaje es árido a más no poder, pero fascinante. Sobre todo si imaginamos los bichos que solían moverse por aquí hace millones de años. Seguimos, como podéis ver, dentro de la zona de badlands de otra entrada anterior.




En algunos lugares del parque han dejado varios fósiles a la vista, para que podamos entender mejor las labores de extracción. Leyendo un libro descubrí que los muy bestias usaban dinamita para desenterrarlos. Menos mal que las técnicas han cambiado.