La imagen que muchos tienen de Australia no es la de un lugar con bosques
lluviosos, pero es que a veces vivimos demasiado de los tópicos, y ya sabéis
que a mí me encanta desmontarlos. Después de todo, uno viaja para descubrir,
¿no os parece?
Estamos en el Parque Nacional Great Otway, en el sur
del país, muy cerca de la costa. Es una zona en la que el fértil terreno de
origen volcánico, propicia la aparición de bosque lluviosos en los que
eucaliptos y helechos crecen de forma desmesurada. Nos da la impresión de estar
en una suerte de parque jurásico.
El
mirto haya, un árbol propio del lugar que suele alcanzar los cuarenta metros de
altura, nos escolta junto a los eucaliptos. La luz del sol apenas toca el suelo.
Mientras sorteamos troncos caídos y regatos de agua, tenemos buen cuidado de
dónde ponemos los pies y qué ramas tocamos, no sea que alguna serpiente nos
tome cariño, más por sensatez que por un peligro real, ya que los ofidios
australianos no son tan peligrosos como la gente piensa. Una pasarela de madera
protege este frágil ecosistema de las pisadas de los visitantes.
Hay
lugares en los que aflora el niño que llevo dentro, y este paseo de apenas 800 metros
de largo, en el que no hay fuertes desniveles, es uno de ellos. Se recorre en
media hora, pero nosotros estuvimos más tiempo, admirando el verdor de una
naturaleza desbordante en total soledad, pues apenas nos cruzamos con un par de
personas. Los huecos de algunos árboles son tan grandes que cabemos dentro.
Abierto
al público en marzo de 1993, toma el nombre de Maitland Bryant, un guardabosque
que patrullaba la zona a caballo mientras en otras partes del mundo se luchaba
en la Primera Guerra Mundial. Paseando entre estos árboles tan altos y rectos, cuesta
imaginar que los hombres se sigan matando hoy en día. El constante piar de los
pájaros nos transporta a un lugar mucho más pacífico que refuerza mi idea de
que hacen falta más bosques como éste.
Así
pues, si alguien os dice que Australia es solo desierto y playas, podéis
enseñarle estas fotos para sacarle del error.