A pocas horas en todoterreno desde Arusha, el Lago Manyara es un parque que, sin ser muy grande, tiene mucho que ofrecer. Sobre todo, a unos viajeros recién llegados e inexpertos como nosotros. Su superficie es de unos 200km2, de los cuales, dependiendo de las lluvias, el lago ocupa hasta dos tercios.
Nuestro hotel estaba en lo alto de una colina, bien mimetizado con el paisaje y con bonitas vistas del lago. Por aquí discurre el Valle del Rift, con una profundidad de más de medio kilómetro.
En Tanzania conviene levantarse pronto para disfrutar de los animales antes de que apriete el calor. Este es el primer elefante de los muchos que veríamos a lo largo del viaje. Fue un momento lleno de emoción.
En este parque hay mucha vegetación, lo que dificulta la labor del fotógrafo. Tampoco estaba familiarizado del todo con el tele, así que estas primeras fotos no son tan buenas como hubiese querido.
Unos cuantos impalas se dejan ver entre los árboles.
Íbamos con la ilusión de ver a los leones trepadores, pero es raro divisarlos y tuvimos que conformarnos con los monos. Además de babuinos también los hay de otras dos especies, los vervet y los de cara negra.
En dos semanas seguimos con una segunda entrega. Os dejo con un baobab y una vista general del parque.