jueves, 15 de febrero de 2018

India XVII - Taj Mahal

Ya conté hace tiempo que esa mañana en Agra amanecimos con una espesa niebla que lo cubría todo. Menos mal que después de visitar el Fuerte de Agra y el Mausoleo de I´timur al-Dawla, pudimos disfrutar del Taj Mahal en unas condiciones aceptables, ya que no perfectas.
Si vais a la India os recomiendo que llevéis las entradas ya compradas. De esta forma os evitaréis tener que aguantar largas colas. De todas formas, tardamos un poco en acceder, y eso que había menos gente de lo habitual por la niebla.
No se puede llegar hasta el mausoleo en coche, de modo que nuestro chófer nos dejó todo lo cerca que pudo. Aun así tuvimos que soportar al pesado de turno que quería servirnos de guía. Mira que era insistente. Nos acompañó al menos durante un cuarto de hora a pesar de que le dejé claro desde el principio que no queríamos visita guiada.
--> Después de caminar un poco, alcanzamos una de las puertas de acceso.




Muy bonita, pero nosotros habíamos venido a ver el mausoleo. Menos mal que no tuvimos que esperar mucho, ya que al otro lado, entre cientos de personas, teníamos la que quizás sea la vista más conocida.




La simetría del conjunto es perfecta, al menos en el exterior, ya que uno de los dos cenotafios se encuentra un poco descentrado. Un detalle que pasas por alto salvo que lo sepas de antemano. Los arquitectos se aseguraron de que el edificio quedara enmarcado en muchas puertas y que hubiese abundantes reflejos en el agua.
Te vas acercando al mausoleo, con esa sensación de irrealidad – al menos a mí me sucede – de estar en un lugar visto mil veces y nunca visitado; es como vivir un sueño. Los minaretes están algo inclinados hacia afuera, para dar una visión más equilibrada al conjunto.





No se podían hacer fotos en el interior, que está adornado con piedras semi-preciosas, pero ambas tumbas están vacías.
Te fijas en todos los detalles, pero especialmente en el tamaño y en su blancura. Lo miras desde un lado y otro, y siempre te impresiona. La gente se sienta, algunos para descansar, otros para ver cómo cambia el color de la piedra con la luz. Lástima de niebla.


A los lados hay una mezquita y un edificio de invitados, ambos construidos con arenisca roja. No olvidéis visitarlos. Más pesados se acercan para enseñarte los mejores ángulos sin ser conscientes de que llegan tarde, que esa foto ya la hice hace un rato. Lo mejor es ser drástico con ellos, bordeando la mala educación si hace falta, porque en caso contrario no os dejarán en paz, y, por supuesto, ningún consejo es gratis.




Salimos de nuevo a la explanada, a darle otra vuelta. Estas chicas están más interesadas en el turista que las enfoca desde lejos que en el familiar que reclama su atención.




Es el momento de sacar algunos primeros planos de la decoración exterior.




La niebla se va diluyendo y disfrutamos de unos breves momentos de sol. Entonces, el color de la piedra cambia por completo. Tened esto en cuenta en vuestra visita; no basta con llegar y hacerse la foto; lo mejor es tener paciencia y echar varias horas.




Son varias las leyendas que circulan sobre este mausoleo, pero parece que Sha Jahan era más amigo de guerrear que de pasar tiempo con su amada Arjumand. Lo que ocurre es que la historia romántica vende más y hay que engatusar a los ocho millones de personas que lo visitan anualmente. Tampoco hay evidencia histórica de que se cortara las manos a los que lo construyeron, ni de que se les dejara ciegos. Lo truculento también nos atrae más que la historia sin adornar.
En cualquier caso, con leyendas o sin ellas, estamos ante uno de los edificios más singulares del mundo, Patrimonio de la Humanidad desde 1983.

16 comentarios:

Conchi dijo...

Hola Tawaki, me has traído con tu entrada hermosos recuerdos de mi reciente viaje a la India a la cual no me importaría volver ya que solo estuve 10 días. Unas fotos preciosas de un lugar mágico.

Abrazos de Espíritu sin Nombre.

silvia de angelis dijo...

Spettacolari immagini d'un paese fascinoso
Un saluto,silvia

Una mirada... dijo...

Todo recinto excelso tiene su dosis de romanticismo y tragedia, que no sólo de observar piedras se mantiene el turismo... Pero independientemente de los gozos y truculencias que se entremezclan en el Taj Mahal, sigue siendo una edificación de ensueño, planificada y construida dejando poco al azar y eso que comentas sobre cómo incide la luz en la piedra me parece una excelente apreciación para quienes lo fotografían.

Mara dijo...


Una de las siete maravillas del mundo moderno que tuve la suerte de visitar y que dejó en mí una huella imborrable. Gracias por las fantásticas fotos que me han traído hermosos recuerdos. Saludos.

Mari-Pi-R dijo...

Una gran joya con una bonita historia.
Un abrazo.

unjubilado dijo...

Bonitas fotos, por supuesto yo no he estado nunca allí, pero tengo en mi blog la historia del mausoleo, la titulé "Monumento al amor"

Silvia E.Duraczek dijo...

Hola Tawaki! Gracias por compartir esas maravillosas imágenes. Nunca habia visto fotos de las entradas, si el mausoleo. Dentro de mis sueños por cumplir está conocer esto....tal vez, algún dia se hagan realidad. Beso!!

nella dijo...

Una oasis haber llegado aquí, luego de atravesar las sombras. Ilumina.
Es sin lugar a dudas un edificio muy bello. Que maravilla haberlo tenido tan
al alcance de la mano; aunque los guías no te dieran respiro. :)

Contadora de Libros. dijo...

Impresionante. Cuánta belleza!!
Una de las siete maravillas del mundo.
Ese cielo al atardecer le confiere unos tonos preciosos también.
Me gustaron mucho tus fotos.
Las leyendas infunden alma a un lugar. Sea verdad, o no, siempre me gustó oírlas e imaginar cómo se reflejan en cada detalle del Monumento esa historia.
Me gustaron mucho las fotos que sacaste, desde cerca, al exterior.
Gracias por enseñarnos todo esto, darnos algún consejo y compartir tus impresiones.
Besos.

Rud dijo...

Apreciado Tawaki
Al Taj Majal sólo lo he visto en la colección de Las cien maravillas o en el cine; es un sitio encanador. Siempre me da pesar por los guías insistentes pues están tratando de ganarse la vida, pero no se dan cuenta que llegan a ser muy pesados.
Algunas veces he sentido esa sensación de irrealidad a la cual te refieres, es algo en verdad fascinante. A pesar de la niebla has logrado uns imágenes hermosas. Veo que el Taj Mahal no solo es bello arquitectónicamente sino que también está lleno de arte. Para mi es algo mágico eso del cambio de colores. Y la historia, qué más da; ciertamente lo romántico vende más; de todas maneras es un lugar casi singular :)
Ha sido un encanto viajar virtualmente contigo. Salud
Un abrazo


alfonso dijo...

·.
Hay que ver tus fotografías varias veces para disfrutar a tope de esa maravilla a la que nos acercas.
Y aparte de la calidad, esas descripciones que complementan lo que entra por los ojos.
Otro gran post.

Un abrazo Javier

LMA · & · CR

Tawaki dijo...

Cocnhi, sigo tu viaje gracias a las entradas que haces y yo también volvería, porque es un país enorme y solo da tiempo a rascar uno poco la superficie.

Silvia de Anelis, sí, es un monumento muy fotografiado, y aun así nos sorprende cuando lo vemos en directo.

Una mirada, historiado o no el relato, lo cierto es que el mausoleo está ahí para ser admirado, como un testigo de una época pasada y llena de esplendor.

Mara, bienvenida, creo que es uno de esos sitios cuya visita no se olvida jamás. Con tu permiso, le echo una mirada a tu blog.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Mari-Pi-R, dese luego. No en vano es uno de los monumentos más conocidos del mundo. Su visita es inolvidable.

Un jubilado, gracias por acercarme esta entrada de cuando aún no seguía tu blog. ¡Cómo pasa el tiempo!

Silvia E.D., si alguna vez vas, avisa, por si te puedo aconsejar algo. La mayoría de la gente hace solo las fotos más típicas, pero a mí me gusta poner en contexto el lugar. Creo que le otorga otra dimensión, y que aporta algo diferente a lo ya conocido.

Nélida, no todo es polemizar, ni blanco ni negro. A veces, la vida, y los amigos, te dan un respiro.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Nélida G.A., fue una visita inolvidable a pesar de la niebla inicial. Es un monumento muy emblemático al que es difícil hacerle sombra. Yo me habría quedado algunas horas más, descubriendo la decoración y admirándolo desde varios puntos de vista. Fue toda una suerte poder acercarnos hasta allí, y ahora, después de tantos años, las fotos son un bonito recuerdo.

Rud, entiendo que los guías quieran ganarse la vida, pero yo estoy de vacaciones y si les digo varias veces que no quiero sus servicios, lo único que consiguen es que me lleve una mala impresión de la gente. Mejor harían en formarse más y en engañar menos. En cuanto al lugar, ¿qué se puede decir de un sitio tan conocido? Quizás que no me importaría repetir visita, sobre todo en un día soleado, pero está un poco lejos y no creo que pueda volver. Eso sí, los buenos recuerdos no me los quita nadie.

ñOCO Le bOLO, se hace lo que se puede. Ante monumentos así la cámara va casi sola y lo saques desde donde lo saques, el mausoleo queda bien. Es un bonito recuerdo que mantengo vivo a pesar de los años.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

RosaMaría dijo...

Qué buenas fotos y el relato estupendo, cambia un poco la historia que nos venden. Es maravilloso el trabajo que tienen los muros, y el color parece inalterable a pesar del tiempo.
Una visita inolvidable. Gracias. Abrazo

Tawaki dijo...

Rosa María, la historia real no suele ser tan edulcorada como para vender igual, así que suelen cambiarla, pero la belleza al monumento no se la quita nadie, y el gusto de poder disfrutarlo me lo quedo para siempre. No en vano, es uno de los edificios más visitados del mundo y es un lugar muy especial. Un abrazo.