sábado, 26 de enero de 2019

Verona V – San Zeno Maggiore

Me uno a los que la consideran una de las joyas del románico, y es, junto con el anfiteatro, uno de los puntos fuertes de Verona. Está algo apartada del centro histórico, y cuando me acerqué aquella primera tarde ya estaba cerrada, por lo que tuve que volver al día siguiente. Sin duda, mereció mucho la pena.


La basílica que vemos hoy en día corresponde a una tercera restauración, llevada a cabo a principios del siglo XII sobre dos iglesias anteriores, de los siglos IV y IX respectivamente. En el siglo XIV se produciría una ampliación posterior. El claustro también es románico.



La fachada es espectacular, y en esta ocasión hay una amplia plaza que nos permite apreciarla sin estorbos. El enorme rosetón tiene relieves del Maestro Brioloto, responsable en realidad del diseño de toda la fachada. A la izquierda vemos la torre del siglo XIII.



La portada es obra del Maestro Nicolo (1138). En las puertas encontramos veinticuatro paneles con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, así como Milagros de San Zeno. Algunos de los paneles fueron colocados ya en el siglo XIII.






El campanario, que me parece precioso y esbelto, es de la primera mitad del siglo XII, también románico.


En el interior coexisten formas románicas y góticas. Los pilares cruciformes, de considerable altura le dan amplitud.



El gran arco central sostiene un espléndido techo de madera en forma de quilla.


Hay también dos pilas de agua bendita y una fuente bautismal monolítica del siglo XII, atribuida a Brioloto. Los frescos están por todas partes; son de los siglos XIII y XIV. Destacan el de San Cristóbal, la Virgen en el trono, una Crucifixión y un San Esteban, pero hay muchos otros: una Resurrección de Lázaro, un San Jorge, etc.






Podemos pasear por el interior durante horas, admirando todos los detalles.




La Capilla Mayor fue erigida entre 1386 y 1398 por Giovanni y Nicolo da Ferrara. Tiene frescos de Martino da Verona que fueron restaurados en las primeras décadas del siglo XX. No podemos obviar el ábside, ni la cripta que hay abajo.




En el altar mayor encontramos un Tríptico con la Virgen y santos, de Andrea Mantegna, pintado en 1457-1459.





Es, como digo, una joya, una visita imprescindible para quienes se dejen caer por esta ciudad del Véneto.

Fuentes: Renzo Chiarelli, Verona. Historia y obras maestras, Wikipedia y elaboración propia.