martes, 7 de abril de 2009

Nueva Zelanda II: un paseo en avioneta

Llevo varios días en Nueva Zelanda y éste es el primero que amanece sin nubes. Vamos, que ni por encargo habría conseguido una mañana mejor. He pasado mi primera noche en la isla del sur en un B&B regentado por una inglesa, a orillas del Lago Tekapo y quiero aprovechar para subir en avioneta y dar una vuelta sobre los Alpes del Sur.

Se pueden coger avionetas y helicópteros en varios lugares, pero éste en concreto está en pleno centro de la isla y es muy recomendable. El viaje dura unos cuarenta minutos, pero como todos los tontos tenemos suerte, yo hago un vuelo extra porque tenemos que ir a recoger a un grupo de alemanes.

Despegamos y enseguida pasamos sobre el Lago Pukaki, una enorme extensión de agua de varios kilómetros de longitud. Las fotos están sin retocar, ese color del agua es el de verdad, y se debe a los minerales que, arrastrados por los glaciares, flotan ahora disueltos en el lago. Hacia el norte observamos una pequeña parte de la larga cadena montañosa.




El espacio dentro de la avioneta es bastante reducido, pero la visibilidad es buena desde todos los asientos. Aquí nos disponemos a tomar tierra y a recoger al resto. Mientras espero, caen algunas fotos del Monte Cook, el más alto de Nueva Zelanda, con sus 3.754 metros.




Ahora hemos vuelto a despegar y nos acercamos a las montañas, que como podéis ver, tienen una buena capa de nieve a pesar de que es verano.




Si os fijáis bien, se ve un refugio para esos locos amantes de la escalada.


Una vista general, con el ala del avión en primer plano y el mar al fondo.


El monte Abel Tasman.


Más vistas con el mar al fondo.



Nieve virgen que pide a gritos ser hollada.





La experiencia no es tan cara, depende del número de ocupantes, y merece la pena. Sin duda, fue una suerte contar con un día tan soleado en la lluviosa Nueva Zelanda.