miércoles, 29 de octubre de 2014

El Hermitage por fuera

Dentro de nuestras vacaciones en San Petersburgo, en junio de hace ahora cuatro años, visitamos el Museo del Hermitage. Bueno, en realidad la principal de sus muchas sedes, porque el tamaño de sus colecciones es tan vasto que han sido convenientemente dispersadas para su mayor disfrute.

Ya durante la primera tarde recorrimos por la Avenida Nevski los tres kilómetros que separaban nuestro hotel de la plaza donde se encuentra el Palacio. Fue una primera toma de contacto, en espera de la verdadera visita, que se produciría unos días más tarde.


Como de costumbre, acudo a la Wikipedia para complementar mis fotos.



Sólo en San Petersburgo hay seis edificios, que forman un complejo junto al río Neva. El más destacado es el Palacio de Invierno, antigua residencia oficial de los zares, construido entre 1754 y 1762 por orden de la Emperatriz Isabel, basándose en un diseño del arquitecto italiano Francesco Bartolomeo Rastrelli.




Fue declarado museo estatal en 1764 y contiene unos tres millones de piezas. Es, por lo tanto, inabarcable. Si dedicáramos un minuto por pieza me salen unos seis años de visita sin apartar la vista un segundo. Nosotros estuvimos  un día completo, desde que abrieron hasta que cerraron.

Como suele ocurrir en este tipo de museos, nos faltó tiempo, pero la visita fue muy amena. El Palacio es una maravilla en sí mismo, y las colecciones son muy variadas.





Fue Catalina la Grande quien al mudarse a este edificio empezó a decorarlo con las obras de arte que iba adquiriendo. En el siglo XIX sería el zar Alejandro I el encargado de aumentar la fabulosa colección, mientras que el emperador Nicolás I fue el que lo convirtió en un museo, abriéndolo al público, para disfrute de los dos millones y medio de personas que lo visitan al año.






En 1904, el Palacio de Invierno deja de ser una residencia imperial. Desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial, el museo pasa a ser un hospital y las obras fueron trasladadas a Moscú para su seguridad. No volvieron hasta 1924.



Actualmente hay sedes fuera de Rusia, en Las Vegas, Ámsterdam y Londres.

Justo enfrente del Palacio de Invierno, en la misma plaza, encontramos el inmenso edificio del Estado Mayor.



Ya estoy preparando algunas entradas más en las que os mostraré su interior, pero antes me marcho unos días de vacaciones.