lunes, 20 de febrero de 2017

Egipto XIII – La Esfinge de Guiza

¿Qué se puede decir de un monumento tan emblemático que no se sepa ya? Y sin embargo, aquí os lo traigo, con el recuerdo de aquel día bien vívido en la mente a pesar del tiempo transcurrido.




De todo el grupo de españoles del día anterior habíamos quedado sólo tres, de modo que fue casi una visita privada, y tras las explicaciones de la guía nos separamos para ver el conjunto a nuestro aire.




Los arqueólogos estiman que fue esculpida en un montículo de piedra caliza, en el siglo XXVI a.C., mide unos veinte metros de altura y aproximadamente cincuenta y siete de largo. Estuvo pintada en un principio, y se cree que el rostro representa al faraón Kefrén. El cuerpo es el de un león.

Protegida por las arenas del desierto, los estratos inferiores se descomponen fácilmente, y se tiene constancia de diversas restauraciones desde la dinastía XVIII. Desmontando una leyenda, la Esfinge, cuya barba se encuentra en el Museo Británico de Londres, no perdió la nariz debido a un cañonazo durante la estancia de Napoleón.




No había muchos turistas, pero estábamos todos juntos, en una explanada desde la que sacar fotos, ya que no te dejaban acercarte más a la Esfinge, y estábamos rodeados de vendedores ambulantes y sobre todo, niños.

Fue entonces cuando encontré un euro en el suelo. Y al cogerlo se organizó una buena. De repente todos aquellos niños eran dueños de la moneda extraviada.

Es duro ver a un niño pidiendo, pero no soy partidario de darles dinero. Creo que deberían estar en la escuela, y darles dinero sólo sirve para fomentar el círculo vicioso de la pobreza. Sólo rompí esta norma mía una vez, en la India, y enseguida me arrepentí. Si se quiere ayudar, hay formas mucho mejores de hacerlo, al menos eso pienso yo.

Dejando atrás el revuelo, continué disfrutando de tan emblemático lugar. Como se puede ver en esta última foto, la Esfinge está al lado de las Pirámides, en las afueras de El Cairo.


Fuentes: Wikipedia y elaboración propia.