jueves, 14 de diciembre de 2017

Verona III – Santa Anastasia

Erigida a finales del siglo XIII en el extremo este de la antigua decumano, entre el foro y el teatro romanos, la basílica de Santa Anastasia es una obra cumbre de la arquitectura gótica italiana. La iglesia, así como el monasterio dominico que tiene junto a ella, fueron construidos sobre otro templo medieval precedente que fue el que le dio nombre.
La basílica no fue terminada hasta el siglo XV, sin embargo. Tiene tres naves, un transepto y cinco capillas, replicando a su modelo, que se encuentra en Bolonia. Su fachada, inacabada, nos muestra la piedra tal cual. La bóveda es de crucería.





El rosetón central es una réplica, encontrándose el original en el museo de Castelvecchio. En el doble portal encontramos las esculturas de Santa Anastasia y de Santa Catarina de Alejandría, así como de los santos dominicos, Domingo, Pedro y Tomás.
En el interior, lo primero que llama nuestra atención son estas dos pilas apoyadas sobre sendos jorobados. No está clara la autoría, pero ésta se atribuye a Gabriele Caliari para el que sostiene las manos en las rodillas y a Alessandrino Rossi para la otra.





Las sucesivas donaciones de las familias veronesas han convertido la basílica en una verdadera obra de arte que requiere una vista pausada. Hay altares y frescos por todas partes.









El mármol proviene de la propia de Verona y de Istria, mientras que el pavimento es de Pietro di Porlezza.



El ábside mayor también está bellamente decorado. Muy cerca tenemos el monumento a Cortesa Serego.






Podrías estar horas y horas admirando cada detalle sin cansar nunca.




Fuera de la basílica, junto a la fachada, encontramos el sarcófago de Guglielmo da Castelbarco, primer ejemplo de arca de tipología dosel (Wikipedia).





Esta es la última entrada de 2017. Aprovecho para desearos una muy Feliz Navidad y que empecemos el 2018 con salud y muchas otras cosas buenas. Gracias a todos por haberme acompañado en este año que pronto termina.