viernes, 9 de marzo de 2018

Australia IV – London Bridge, The Arch y The Grotto

Hay lugares que vienen señalados en todas las guías con muchas estrellas y un par de frases elogiosas que los convierten en imperdibles. Territorio propicio para las agencias de viaje, son auténticos imanes que atraen a los amantes de los “selfies” y los autobuses de turistas suelen desembarazarse en ellos de su carga humana, ávida de fotos rápidas, en oleadas que desaparecen con la misma rapidez que llegan.

Vaya por delante que respeto a todo el mundo y que cada uno viaja como quiere o puede, pero me apena observar que ninguno de esos turistas se toma la molestia de leer los carteles informativos o de apreciar el color del agua, en este caso. Su ansia de fotos es tal, que se estorban continuamente; no miran el paisaje, simplemente lo pixelan, y pasan por alto el mirador que hay justo al lado porque el autobús espera impaciente y malhumorado mientras mira el reloj de reojo.

No digo que mi forma de apreciar las cosas sea mejor, pero es evidente que es distinta. No considero el paisaje como un posible fondo de pantalla, y procuro disfrutarlo con calma.

Estamos aún bajo los efectos de ese síndrome de Stendhal que son los Doce Apóstoles, sin que nos hayamos recuperado un ápice, cuando nos enfrentamos a la siguiente retahíla de monumentos naturales, el primero de los cuales se llama The Arch. No es que se rompiera mucho la cabeza el que le puso el nombre, no. Para los más despistados, esto es Australia, concretamente la Great Ocean Road.



De todos los arcos de piedra que vimos en esta costa, éste es el que se encontraba más cerca de la orilla. Unos kilómetros más adelante volvemos a detenernos, en esta ocasión para ver el London Bridge, un puente que se hundió el 15 de enero de 1990, dejando a un par de turistas aislados durante unas horas hasta que pudieron ser rescatados en helicóptero. En el cartel se aprecia cómo era antes de que se cayera.





Ese color del agua no puede pasarme desapercibido; tampoco las rocas, modeladas por siglos de erosión constante. Cuando me encuentro con paisajes así me gustaría poder envasarlos en un tarro de cristal, para poder disfrutar de ellos pasados unos meses. Como eso es imposible, inhalo el aire del mar, escucho a las gaviotas y me impregno de los colores saturados. Siempre pienso en disfrutar ese momento, en que, dentro de unos minutos, unas horas, habré dejado ese escenario, seguramente para siempre, y todo empezará a desvanecerse.

Si nos tomamos la molestia de caminar un poco descubrimos otro mirador, desde el que se observa esta playa inmensa y casi virgen, de acantilados verticales.



Unos kilómetros más y llegamos a The Grotto, donde nos espera otro mirador. Descendiendo por unas escaleras encontramos este agujero, excavado por el mar.




En algún momento tendremos que desandar camino, ya que nuestro hotel ha quedado atrás, pero como aún es temprano decidimos avanzar un poco más, visitar un par de bahías de nombres sugerentes y pasear junto a la costa, pero de ello os hablaré en otra ocasión.

22 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Es más, de seguro que los que seguimos tu blog sabemos más acerca de esos rinconcitos que los muchos de los apresurados turistas que lo visitaron.
En cuanto a los "puentes" te cuento que me encantaría nadar en esas aguas turquesas ¿Tienes idea de cómo es la temperatura de esas aguas?

silvia de angelis dijo...

Luoghi meravigliosi, in cui vivere intensi paradisi sulla terra
Foto meravigliose
Un saluto,silvia

unjubilado dijo...

Me encantan los monumentos, me gustan cuando les hago fotos y luego en casa cuando completo la información que ya había perfilado y conocía por encima, pero quizás disfruto más con los monumentos naturales, aquellos que también tienen su historia, aunque en muchas ocasiones es mucho más difícil de cuantificar y de comunicar la impresión que se ha obtenido de ellos. Me gusta hacer fotos, pero insisto disfruto mucho más con la labor callada de biblioteca buscando información y volviendo a remirar muchas veces las fotos que he hecho para tratar de buscar nuevos detalles.

Faerie Glen dijo...

Un lugar impresionante, sin duda.
Esas rocas y la manera en que han sido erosionadas a tan curiosas formas, es para detenerse y grabarlo en la retina.
En la retina, en el corazón, en la piel, en el olor que respiras...en todo.
No hace falta envasarlos en un tarro y llegado el momento destaparlos a tu antojo (una frase, ésta, que nunca olvidaré dicha por Joan Fontaine en la película Rebeca).
Yo creo que solo hace falta cerrar los ojos y abrir las puertas del recuerdo. Están ahí, como el primer día.
Gracias por compartirlo Tawaki.
Me gustaron mucho las fotos, todas te quedaron muy bien, pero tal vez me quedo con la número 6. Y la 7
Un beso.

Ambar dijo...

Coincido en tu manera de viajar. Disfrutar no solo del paisaje, también del color, variable dependiendo de a donde dirijamos la vista, del olor de la naturaleza. Poder visitar lugares como Australia es un privilegio y te agradezco que nos los muestres.
Un abrazo

Senior Citizen dijo...

No hay cosa que más me fastidie, que el que alguien me enseñe fotos de sus viajes, en las que en primer término está el viajero o viajera se puede decir que tapando lo que se supone quería fotografiar. Es más, en los monumentos de mi ciudad también veo continuamento lo mismo, familias enteras delante, con lo que te preguntas si la foto es del monumento o de ellos. Afortunadamente, las tuyas no son así y podemos disfrutar de estos paisajes fabulosos.

Mari-Pi-R dijo...

Como bien dices es para pasarse horas contemplando tanta belleza, es cierto que en los viajes organizados poco tiempo se tiene para todos los detalles, por eso soy poco amante de ellos, pero es una buena forma de viajar.
Un abrazo.

alfonso dijo...

·.
Tu primer párrafo hace un retrato certero de multitud de turistas, entre los que siempre habrá excepciones en las que deseamos estar incluidos.
El relato es perfecto, como siempre, y las fotos una maravilla, para que nos sumerjamos en esos impresionantes paisajes.

Un abrazo Tawaki

La Mirada Ausente · & · Cristal Rasgado

Javier G. Pérez dijo...

Te entiendo perfectamente. Si hace falta ver un arco rocoso natural el tiempo preciso, se sienta uno y lo mira el tiempo que haga falta.
Es cierto que los turistas sólo quieren llenar de pruebas la tarjeta de su móvil para dejar constancia de su paso por el lugar. Sólo se dan cuenta del viaje cuando llegan a casa y ven las fotos.
Saludos.

Ela dijo...

Wow !! Thank you for sharing photos of your fantastic trip around Australia !!
Happy weekend !

Una mirada... dijo...

El agua, qué extraordinaria escultora allí por donde pasea, insistente, dejando sus fabulosas y caprichosas creaciones.

nella dijo...

Concuerdo con vos. Vivmos la era del instante. Instante/veo Instante/foto Instante/quiero otra cosa.
Cuesta detenerse, el silencio, la reflexión, el pensar, el sentir. Porque todo lo que la vida nos presenta; evoca, toca, nos llama y nos silencia. Ay; pero como cuesta detenerse; sentir y sentirse. Pensar y pensarse.

Es un lugra precioso. Y ese mar de colores tan sugerentes invita a pasar.


RosaMaría dijo...

Una maravillosa exposición de fotos, un relato que terminó tan rápido que pensé que era su punto culminante y me quedé en la cima esperando y repasando las fotos. Un abrazo.

RosaMaría dijo...

Estoy de vuelta, la caída del puente debió ser impresionante. Días atràs cayò el puente que forma el Glaciar Perito Moreno, fue de noche y desde el año 14 que no se rompía, me lo recordaron tus fotos. Me reitero: Estupendas.

Tawaki dijo...

Alí Reyes, el agua está fresquita, aunque menos de lo que esperaba. No obstante, no llegué a bañarme, solo la toqué con la mano.

Silvia de Angelis, a veces nos olvidamos de que tenemos el paraíso aquí cerquita, justo delante de los ojos.

Un jubilado, creo que parte del encanto de un viaje es informarse antes, organizarlo, soñar con él, así como complementar luego a la vuelta las impresiones con historias y datos que puedan enriquecernos. Así que coincido contigo. De hecho, dedico mucho tiempo a las fotos a mi vuelta.

Faerie Glen, me pasa que tiendo a olvidar con el paso del tiempo, de ahí que me empeñe en sacar tantas fotos. No recordaba que la frase saliera en Rebeca, una película preciosa que tendré que volver a ver. Sí, dan ganas de quedarse en esas playas, paseándose de arriba abajo varias veces.

Ámbar, siempre digo que uno de los propósitos de este blog es acercar mundos que a veces nos quedan demasiado lejos. Vivimos en un auténtico paraíso y solo necesitamos que alguien nos lo recuerde de cuando en cuando.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Senior Citizen, recuerdo una foto de una amiga con su madre en Londres, delante del Big Ben. A ellas se las veía en el centro de la foto, en la parte inferior había adoquines y la torre del Parlamento la habían cortado por la mitad. Está claro que cada uno tiene sus prioridades. No quiero ofender a nade, pues cada uno viaja como quiere o puede, pero me da algo de pena ver a tanta gente que pasa de largo sin saber qué está fotografiando.

Mari-Pi-R, como he dicho en mi comentario anterior, respeto la forma de viajar de cada uno. Es más bien un toque de atención, para que no nos contentemos con un selfie apresurado, para que investiguemos un poco sobre este mundo maravilloso en el que vivimos.

ñOCO Le bOLO, a veces todos nos centramos demasiado en el recuerdo, en la foto para las redes sociales y nos olvidamos de que lo más importante es vivir el momento. Y si puede ser con un poco de información, mejor que mejor.

Javier G. ese es el objetivo de la entrada, hacer ver que hay un mundo detrás de esa roca que nos sirve de fondo de pantalla. Cada lugar tiene su historia, y ésta suele ser interesante. Es una pena que nos conformemos con un simple selfie.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Ela, my pleasure! It was a great trip and I enjoy recalling every moment.

Una mirada, es la lucha constante de la tierra y el mar. Ambos ganan y pierden batallas por doquier, pero a nosotros nos dejan paisajes de ensueño.

Nélida, tengo la suerte de poder viajar despacio. Puede que no vea tantas cosas como otros, pero las disfruto el doble o el triple, y eso es una bendición. Animo a los demás a probarlo.

Rosa María, no había mucho más que contar, je,je. Leí lo del Perito y que había sido de noche en esta ocasión. ¡Qué lástima! No recordaba que hubiese pasado tanto tiempo desde la última vez. He mirado en Internet y fue en el 2016 https://www.youtube.com/watch?v=hgHwUoYdiHM
Cuando estuve yo, en 2008, había roto en invierno, poco antes de mi visita, lo que por lo visto es inusual.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

RosaMaría dijo...

Ay amigo, me quedé en el tiempo, mis neuronas están lentas, no asumo el 18 será porque me gustaría tenerlos. Es verdad, fue hace dos años. Seguramente fue en invierno aquella vez porque el verano no fue tan caluroso, persistente y sin lluvias como éste. Gracias, un abrazo.

Tawaki dijo...

Rosa Maria, Internet nos suple la lentitud de las neuronas, pero no a ti, sino a todos ;)) Creo que el proceso es mas o menos bianual. Un abrazo.

Contadora de Libros. dijo...

Rebeca lo dice casi al principio de la historia, en el minuto 15:12

Contadora de Libros. dijo...

Ups...se me fue el comentario antes de corregir y aclarar que no es Rebeca quien lo dice, pero eso tú y quien haya visto la película, ya lo saben.

Tawaki dijo...

Nelida G.A. No lo recuerdo, tendre que ver la pelicula otra vez!! Menos mal que me pones hasta el minuto en el que aparece.