Hace aproximadamente un año publiqué la primera entrega sobre este parque nacional español. Las fotos de entonces correspondían a las primeras horas de la mañana, cuando el cielo estaba azul. Las de hoy muestran cómo la tormenta se nos va echando encima.
Supongo que recordáis las pasarelas que se han construido para proteger este humedal del centro de la Península.
Pasarelas que atraviesan los carrizos y que parecen no tener fin.
Estamos recorriendo la ruta principal, los fotógrafos antipáticos han tomado otro camino y aún es pronto para el resto de turistas.
A mí me siguen fascinando los reflejos.
Llegamos a la parte más alejada del parque, al menos dentro de la zona que se puede visitar y nos encontramos con un bosquecillo de tarays, una planta de hoja caduca característica de este parque que suele encontrarse en las riberas de aguas salobres.
Camino de regreso conseguimos divisar un par de patos colorados, las pocas aves que se dejarían ver en libertad en todo el día. No en vano, como ya dije en la otra entrada, los acuíferos subterráneos están dañados y sólo hay agua cuando las lluvias son intensas. Las aves ya no vienen como antaño.
Os dejo con algunas vistas más del parque, bajo un cielo ya cubierto que no tardaría en descargar una buena lluvia sobre nosotros.
9 comentarios:
Y qué alegría que poco a poco se vayan recuperando. Hace dos años decían que estaban perdidas para siempre
saludos desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Reconozco que también me acordaba de esos fotógrafos insociables.
Hay que dar tiempo a estas maravillosas tablas para que vuelvan a tener el esplendor de antaño o por lo menos, la mejor presecia posible para sus moradores.
Saludos.
Es de esos lugares que siempre tenemos pendientes de visitar, pero que nunca encontramos el momento. Pero ahora con este estupendo artículo nos han entrado aún más ganas de ir.
Es estupendo que un ecosistema como este que tanto se ha degradado, poco a poco se vaya recuperndo.
Abrazos
Ana y Víctor
Hace un tiempo vi un documental sobre este lugar. Es extraño, o al menos a mí me lo parece. Las fotos son muy bellas sobre todo las que muestran los cielos sobre la laguna. En aquella oportunidad como ahora, me surgió esta pregunta ¿por qué se llama las Tablas de Daimiel? Tenés idea?
Besos
Muy chulas las fotos de uno de los sitios bonitos que tenemos en La Mancha y que hace unos años corrieron serio peligro. Por suerte, poco a poco se van recuperando
Un abrazo
Es genial que poco a poco se vallan recuperando, cuando yo pase por allí fue cuando más peligro corrían.
Un abrazo
Raúl Rentero, bienvenido seas por aquí. Espero que tengas razón porque a mí me han dicho que tardarán muchos años en recuperarse. Un saludo.
Javier 16, darles tiempo pero con el mzo dando. Hay que luchar para que su protección sea máxima y podamos disfrutar de ellas. Un abrazo.
Caminarsingluten, están ahí al lado y se pueden ver junto con las lagunas de Ruidera en un fin de semana. Eso sí, cuando hag menos calor y haya llovido más. Un abrazo.
Nélida, es verdad, a´mí me gusta más el cielo cuando se refleja en el agua. Siempre me haces pensar con tus preguntas. Un beso.
Antero, eso espero,que se recuperen de verdad y que las aves vuelvan a vsitarlas regularmente. Un abrazo.
@maricruzpe, hubo varios años de sequía que las dejaron bajo mínimos. Te animo a que vuelvas después de las lluvias porque son espléndidas. Un beso.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Qué maravilla de fotos, qué paseo precioso por el que me ha llevado! Gracias, esas líneas convergentes, las nubes, los árboles y los reflejos una belleza! Un abrazo amigo.
Rosa María, me alegro mucho de que te haya gustado, porque mi intención es compartir la belleza de mi país. Un beso y gracias por comentar.
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