lunes, 25 de julio de 2011

Mazonovo

Cuando os llevé al Cañón del Sumidero era con la intención de permanecer allí los habituales quince días, pero por circunstancias que explico en mi otro blog no he podido volver a publicar hasta ahora. Espero que este blog vuelva a su carácter quincenal.


*** *** ***

Esta Semana Santa pasada he aprovechado para darme una vuelta por el occidente asturiano, concretamente por la preciosa región de los Oscos. Ha sido la primera visita de otras muchas, porque hay mucho que ver y que caminar.



Esta zona se caracteriza por haber sufrido un largo aislamiento motivado en gran parte por su accidentada orografía. El clima, con inviernos largos y duros también hizo de las suyas. Ahora, en pleno siglo XXI, las comunicaciones han mejorado notablemente y es más fácil moverse de un valle a otro, pero hasta hace unas décadas sus gentes estaban acostumbradas a sacarse ellos mismos las castañas del fuego y vivían en la más completa autarquía.



Visitamos uno de los muchos mazos que aún existen en la región, el de Mazonovo, una pequeña aldea situada al borde de la carretera. Allí, en lo que ahora es un pequeño museo, te explican con todo lujo de detalles el funcionamiento y la historia de esta industria.




La abundancia de mineral de hierro y la dificultad de transportarlo para comerciar con él motivó que cada casa tuviese una herrería con la que fabricar desde aperos agrícolas hasta cazos y cucharas, pasando por clavos, herraduras y cantidad de cosas más.

En la ferrería de Mazonovo se golpeaban los grandes bloques de hierro con un mazo, haciéndolos más pequeños y maleables, de forma que luego cada herrero, en su propio hogar pudiese terminar de dar forma al objeto de que se tratara.



El sistema es muy ingenioso. Primero se construye la herrería junto a un arroyo o un riachuelo que lleve agua todo el año. Se practica una presa en la que poder almacenar esa agua y un aliviadero junto a ella para que no se desborde.



Luego se instalan un par de poleas con las que se abre y se cierra la presa a voluntad. De esta forma, al caer el agua por un tronco de madera ahuecado, hace que se forme el vacío, atrayendo el aire hacia el fuego. Con ello se consigue una mayor temperatura, cercana a los mil grados.



Con la segunda polea, el agua cae sobre una rueda dentada que transmite el movimiento al mazo, levantándolo y dejándolo caer alternativamente sobre la pieza de hierro que se quiere moldear sin esfuerzo alguno. En la segunda foto se aprecia un canalillo que se utilizaba para refrigerar el mazo.



Por sólo dos euros podemos retroceder trescientos años en el tiempo y hacernos una idea del ingenio humano de aquél entonces. Son muchos los pequeños detalles que pasan desapercibidos a los ojos de un profano, así que la explicación es muy enriquecedora.

Es, también, una buena forma de mantener vivas las tradiciones y de dar empleo a unas personas que de otra forma tendrían que emigrar de su tierra. Este es sólo uno de los muchos que se conservan en la región.

12 comentarios:

Senior Citizen dijo...

No conozco Asturias, pero gracias a Abedugu/Leodegundia y ahora a ti me voy haciendo una idea de la belleza que esconde esa tierra tan verde y tan natural.

Antero dijo...

Curiosísimo y muy interesante lo que cuentas. Hay muchos oficios que prácticamente están perdidos y solamente quedan algunos valientes que todavía permanecen fieles a las antiguas costumbres

Un abrazo

Javier G. Pérez dijo...

Recuerdo perfectamente el documental que emitió TVE sobre este lugar y su capacidad de autosuficiencia como bien explicas. El documental y ahora tu entrada, me hacen alucinar en colores. Me lo apunto porque no descarto verlo en persona, me apasiona todo esto.
Gracias Tawaki.

Saludos.

Leodegundia dijo...

La vida en lugares aislados agudiza el ingenio para poder sobrevivir. La ventaja de esa zona en realidad fue precisamente ese aislamiento que nos permite ahora poder visitar una zona de una gran belleza y con muchas cosas interesantes que descubrir.
Un saludo

Caminar sin gluten dijo...

Nos alegramos de tu vuelta a la publicación y de este viaje por esa zona Asturiana, a la que hace ya más de diez años que no hemos vuelto (como tú a las Fragas do Eume), y donde caminamos muy bien por el Boste de Muniellos y otros lugares.

Como siempre un estupendo reportage y fotografías.

Abrazos.

Ana y Víctor.

nélida dijo...

Ahhh cuántos recuerdos! El verde de ese lugar me lleva a uno muy parecido aquí en Córdoba, la Cumbrecita. La bigornia (yunque) la masa, el fuego, me recuerda a cuando mi padre y mi nono se dedicaban a reparar las ruedas de los sulkys, aunque te parezca mentira, de esto no hace trescientos años, sino tan sólo 35. Recuerdo que me fascinaba verlos trabajar, y luchando para que el aro de hierro que llevan las ruedas de los sulkys quedaran a la perfección, claro que no nos dejaban acercarnos mucho, sobre todo si el fuego estaba encendido, pero cuando nadie nos veía, siempre encontrábamos algo para aplastar en el yunque con la masa, que en nuestras manos de niños pesaba y mucho.
Indudablemente si hubiese estado allí, hubiera viajado en el tiempo, (como lo hago ahora, viendo tus fotos), a mi infancia.
Bello
Besos

angela dijo...

¡Hola Tawaki! De nuevo estoy aquí después de una larga temporada de adversidades poco gratas...Y al volver a leerte me encuentro en tu entrada una parte de mi querida tierra que tiene un microclima especial al igual que la orografía...De ahí tanta belleza aún conservada...Gracias por tu magnífica lección del lugar y tan acertada... Que tengas un magnífico fin de semana y un mejor resto de verano. Un abrazo

Tawaki dijo...

Senior Citizen, ya sé que no eres partidaria de moverte, pero te estás perdiendo cantidad de cosas bellas. Para nosotros es un placer poder acercártelas, pero nada como verlas en vivo y en directo. Un abrazo.

Antero, es una buena forma de mantener las tradiciones, fomentar el turismo y dar una salida a tanto desempleado como hay en España. Un abrazo.

Javier16, apenas veo la tele y me perdí el documental, pero seeguro que es muy interesante. Un abrazo.

Leodegundia, tienes toda la razón. Seguro que hay otros lugares con estas mismas características, esperando que alguien foente su difusión. Un abrazo.

Caminarsingluten, es una zona fantástica en la que poder perderse durante unos días. Un abrazo.

Nélida, de haberlo sabido te habría hecho una premiere... Me alegro de haber despertado tantos recuerdos. Un beso.

Ángela, espero que lo malo haya quedado definitivamente atrás y que vengan tiempos mejores. Sabes que me encanta Asturias y que no me canso de promocionarla. Un abrazo.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Sierra dijo...

sin palabras. Gracias por compartir.

Tawaki dijo...

MariCarmen, toda Asturias es preciosa, a cualquier sitio que vayas te lo pasarás bien. Un beso y gracias por comentar.

Basic, gracias a ti por tu comentario. Un abrazo.

RosaMaría dijo...

Ay Tawaki qué paseo bonito! He estado por allí y pude ver las maravillas que muestras. Hicieron resurgir estas tareas artesanales como medida de subsistencia sin necesidad de moverse de su terruño. Preciosas fotos. Beso.

Tawaki dijo...

Rosa María, veo que apovechaste tu estancia en mi país. Un beso y gracias por la visita.